Héctor Velázquez Gutiérrez nació en 1965 en la ciudad de México. Asistió a la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y posteriormente realizó estudios de escultura en Alemania, en la Escuela Superior de Arte de la Universidad de Berlín y en la Academia Estatal de Artes Plásticas de Stuttgart.
A lo largo de su vida ha recibido becas y premios en reconocimiento a su obra, entre otras, en Alemania del Estado de Baden-Wurtemberg y de México del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de la Secretaria de Cultura, como Jóvenes Creadores y del Sistema Nacional de Creadores de Arte. En el año 2001 obtuvo el Gran Premio Omnilife de Escultura, Guadalajara, Jalisco. Fue seleccionado en la Bienal de Monterrey FEMSA 1999 y 2014 así como en la Bienal de Yucatán 2004. La IV Bienal Internacional de Arte Textil Contemporáneo lo invito a participar en el año 2011 en el exposición realizada en el Museo Anahuacalli de la Ciudad de México. En el año 2004 fue invitado a realizar una intervención en la sala de arte prehispánico del Museo Etnológico de Berlín. Su obra forma parte de diversas colecciones públicas y privadas, entre ellas, el Banco de México, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, el Museo de Arte Carrillo Gil y la Fundación José Cuervo.
El trabajo de Héctor Velázquez se ha interesado en explorar las relaciones con el cuerpo humano y su entorno como sus formas, concepciones y sensaciones, así como de sus partes relacionadas con los sentidos y la comunicación con los demás. En un proceso de introspección, casi ritual, Velázquez teje su intima concepción del cuerpo humano con nuevas y viejas “pieles” retomando en algunos casos cosmovisiones prehispánicas como la del Xipe Tótec. Busca, entre otras cosas, incursionar en regeneraciones emocionales y casi siempre relacionadas con seres vinculados emotivamente. En sus obras, investiga las relaciones psíquicas y anímicas entre las representaciones del terreno físico o mapas topográficos, con el cuerpo, la dermis y la ropa que la cubre. A través de distintos materiales como telas, hilos, prendas usadas y piedras crea piezas, que, entre otras cosas, invitan al espectador a involucrase corporal y emocionalmente.
Su obra con textos de historiadores y críticos de arte como Karen Cordero, se publicaron en un libro titulado: Cuerpos desdoblados, editado en México por la Galería Terreno Baldío Arte en 2007.